viernes, 12 de diciembre de 2025

RUTAS PARA PERDERSE (A GUSTO): DESTINOS POCO CONCURRIDOS PARA CERRAR EL AÑO, POR BOOKING.COM

Viajar en temporada alta suele ser sinónimo de aeropuertos llenos, calles y atracciones llenas y destinos que alcanzan su punto máximo de visitantes. Aun así, cada año crece la tendencia de viajeros que buscan justo lo contrario: lugares donde cerrar el año con calma, conectar con la naturaleza o la cultura local y disfrutar las fiestas a un ritmo más humano. Para ello, hay una serie de destinos que ofrecen experiencias memorables sin el estrés de las multitudes. Son rincones donde aún se puede caminar sin prisa, saborear la gastronomía local sin filas eternas y descubrir paisajes extraordinarios sin competir por un espacio en la foto.

Con base en las millones de reseñas de su comunidad viajera, Booking.com presenta estas recomendaciones para quienes quieren cerrar el año lejos del caos, pero cerca de paisajes inolvidables, buena comida y alojamientos con wow factor que se pueden reservar directamente en la plataforma.

Cangas del Narcea, Asturias (España)

Cangas del Narcea es la versión más silenciosa de la Navidad europea: valles verdes que huelen a leña, bodegas familiares escondidas entre montañas y senderos que cruzan bosques donde apenas te cruzas con otros viajeros. Diciembre llega con cielos plomizos perfectos para refugiarse en casas de comida asturiana, probar fabada, visitar el Parque Natural de las Fuentes del Narcea o simplemente disfrutar del encanto pausado del pueblo. Es un destino para bajar la guardia, respirar profundo y recordar cómo se siente viajar sin reloj.


¿Dónde hospedarse? Parador de Corias
Un antiguo monasterio de piedra convertido en un espacio cálido y elegante, con claustros monumentales, spa interior, restaurante de producto local y habitaciones que miran hacia montañas que amanecen envueltas en neblina. Una escapada ideal para quien busca historia y quietud en la misma llave.

São Miguel, Azores (Portugal)

En São Miguel, la mayor isla de las Azores, diciembre es sinónimo de naturaleza sin espectadores. Las lagunas volcánicas Sete Cidades y Fogo adquieren tonos aún más intensos, las piscinas termales de Furnas regalan baños tibios en días frescos y las rutas en coche serpentean por acantilados que terminan en océano abierto. La isla vibra con una calma atlántica difícil de encontrar en pleno invierno europeo. Ideal para quienes viajan por paisajes que parecen postales cinematográficas y para eso que llamamos “reajustar la mente”.


¿Dónde hospedarse? Caloura Hotel Resort
Un refugio frente al océano, rodeado de vegetación protegida, con acceso directo al mar, áreas para descansar, senderos cercanos y habitaciones que enmarcan la fuerza del Atlántico. Un hotel para escuchar olas en vez de notificaciones.

Luang Prabang (Laos)

Luang Prabang es un abrazo suave en medio del sudeste asiático. Sus calles están sembradas de templos budistas, mercados tranquilos y casas coloniales que iluminan la ciudad con tonos ocre cuando cae la tarde. En diciembre, el clima seco invita a recorrer a pie, a visitar las cascadas Kuang Si, a navegar lentamente por el Mekong o a unirse con respeto al ritual matutino de entrega de ofrendas a los monjes. Todo aquí se vive sin prisa, sin ruido, sin el vértigo de las grandes capitales del continente.


¿Dónde hospedarse? Villa Maydou Boutique Hotel
Un hotel íntimo rodeado de jardines tropicales, construido en arquitectura laosiana tradicional, con una piscina que se siente como un claro secreto en la jungla y habitaciones de madera hechas para descansar después de días de exploración lenta.

Bacalar (México)

Bacalar es para quienes aman el Caribe pero buscan una versión sin excesos. La laguna de los siete colores deslumbra con sus aguas transparentes que cambian del turquesa al azul profundo según la luz del día. Los planes de diciembre incluyen remar en kayak al amanecer, nadar en cenotes, visitar el Canal de los Piratas o simplemente dejarse llevar por la vibra bohemia del pueblo, donde los cafés son tranquilos, los murales cuentan historias y la vida va despacio. Aquí, el día termina casi siempre descalzo, viendo cómo el cielo se funde con el agua.


¿Dónde hospedarse? MBH Maya Bacalar Hotel Boutique
Ubicado justo frente a la laguna, con muelle privado, espacios para descansar en silencio, restaurante de cocina local y habitaciones diseñadas para que el paisaje sea parte del viaje. Un rincón para escuchar el agua, no el mundo.

Ljubljana (Eslovenia)

Ljubljana es una joyita discreta. En diciembre, sus calles peatonales brillan con luces festivas, el río Ljubljanica refleja mercados navideños de escala humana y los cafés se llenan de conversaciones suaves, no de turistas apurados. La ciudad es perfecta para recorrer a pie: visitar su castillo, explorar galerías, descubrir tiendas de diseño local y probar vinos eslovenos. Además, es base ideal para escapadas a paisajes alpinos, como el lago Bled, que en invierno se siente mágico.


¿Dónde hospedarse? ONE66 Hotel
Moderno, amplio y con espíritu creativo, este hotel ofrece áreas comunes pensadas para descansar o trabajar, habitaciones luminosas y una ubicación estratégica ligeramente fuera del centro para disfrutar de la ciudad sin estar justo donde se concentran los visitantes.

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