En este contexto, cada vez más viajeros están descubriendo en los alojamientos rurales, sostenibles y conectados con el entorno, el escenario perfecto para pajarear sin alejarse de la comodidad. Terrazas con vistas al bosque, desayunos entre cantos y hasta duchas al aire libre rodeadas de aves endémicas convierten el hospedaje en parte esencial de la experiencia. Y dado que los turistas buscan hoy una conexión más auténtica con la naturaleza y los ecosistemas que visitan, Booking.com recomienda destinos en Colombia ideales para los amantes de las aves.
Minca (Magdalena)
Ubicada en la Sierra
Nevada de Santa Marta, Minca es un paraíso natural donde las montañas se funden
con el mar. Este pequeño pueblo es famoso por sus senderos entre bosques
nubosos y cafetales donde es posible avistar tucanes, colibríes, tangaras y más
de 300 especies de aves. Los alojamientos aquí se camuflan con la selva y
ofrecen desayunos al aire libre, miradores privados y caminatas guiadas al
amanecer para disfrutar de la biodiversidad con calma. Algunas de las opciones
son Minca Sintropia y Finca San Rafael - Cafe y Cacao.
Otún Quimbaya (Risaralda)
Este santuario de flora
y fauna en el Eje Cafetero es un referente del ecoturismo y uno de los puntos
más emblemáticos para observar aves como el gallito de roca andino, el
tucancito esmeralda o el trogón andino. Sus senderos bien señalizados, en medio
del bosque de niebla, permiten a los visitantes adentrarse en el hábitat
natural de muchas especies. Varias de las reservas cercanas como el Hotel Campestre Nogal de Cafetal cuentan con cabañas sostenibles y zonas de
descanso que ofrecen experiencias inmersivas sin dejar huella.
Mitú(Vaupés)
En el corazón del
Amazonas colombiano, Mitú es un destino remoto que enamora a ornitólogos y
aventureros. Es considerado uno de los lugares con mayor riqueza de aves en el
país, gracias a su variedad de ecosistemas que van desde selvas vírgenes hasta
sabanas húmedas. Las guacamayas, cotingas y hormigueros son solo algunas de las
especies que pueden verse aquí. Los alojamientos suelen estar gestionados por
comunidades indígenas, lo que permite un acercamiento respetuoso y auténtico a
la cultura local y su relación con la naturaleza.
Jardín (Antioquia)
Con su arquitectura
colorida y su ambiente tranquilo, Jardín es mucho más que un pueblo pintoresco:
es también uno de los mejores lugares del país para observar el gallito de roca
andino, cuya presencia ha cautivado tanto a locales como a turistas. En sus
alrededores hay fincas cafeteras y reservas ecológicas como Gulupa Ecolodge que ofrecen experiencias completas de
avistamiento, donde incluso es posible tomar el café de la mañana mientras se
observan aves posarse en los árboles cercanos.
Yotoco (Valle del Cauca)
Este municipio es hogar
de la Reserva Natural Bosque de Yotoco, uno de los pocos relictos de bosque
seco tropical de la región. Aquí se pueden observar especies endémicas como el
cotorro cabeciazul y el carpintero real. Los alojamientos rurales cercanos
suelen estar integrados al entorno, con actividades como recorridos guiados,
talleres de fotografía de aves y espacios para el descanso rodeado de cantos matutinos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario