Es el primer hotel de lujo de playa en Colombia y el único con certificación LEED en esta zona del país, lo que confirma su compromiso con el medio ambiente
En la foto de la
ceremonia está de izquierda a derecha: Juan Carlo Rincones, Gerente Residente
de Sofitel Barú Calablanca Beach Resort; Francisco Martínez, presidente de Arquitectura
y Concreto; Piedad Gaviria, gerente de proyectos de Arquitectura y Concreto; y
David Mulin, Gerente General de Sofitel Barú Calablanca Beach Resort
El diseño
arquitectónico del hotel respetó al máximo el entorno y da paso a la
sostenibilidad con recursos amigables con el medio ambiente y un lugar en donde
las personas se conectan con la biodiversidad.
La certificación
LEED es un compromiso donde se evidencia que el respeto al medio ambiente no es
una intención sino una realidad que se refleja en hechos concretos de
optimización, eficiencia y economía del uso de la energía, del agua, empleo de
materiales locales y/o obtenidos de
reciclables, materiales de cultivos forestales o de desarrollo de procesos
constructivos en los cuales se cuidó y
preservó la naturaleza, entre otros muchos aspectos que se califican para poder
llegar a obtener una certificación ambiental.
De acuerdo con Isabel Cristina Medina, gerente de proyecto de Arquitectura y Concreto “Este proyecto cumple con estos estándares internacionales que incluyen armonía con el entorno natural, respetando el ecosistema minimizando el consumo de agua potable y energía con el uso de tecnología de última generación e incorporando energías limpias, materiales y acabados responsables. Asimismo, se cuenta con espacios que promueven el confort térmico y acústico, acompañado de una calidad del aire adecuada al interior de las edificaciones”.
El primer hotel de
lujo en playa es el resultado de la visión de un grupo de empresarios e
inversionistas colombianos, quienes vieron en la isla de Barú un tesoro por
descubrir y un lugar único para potenciar y desarrollar el turismo de lujo en
Colombia. El grupo Argos, propietario del terreno y gestor del proyecto,
Arquitectura y Concreto, gestor y constructor, el grupo francés Accor con su
marca de lujo Sofitel y el vehículo de inversión inmobiliaria más grande de
Colombia, PEI son las empresas que le apostaron a desarrollo de esta zona del
Caribe colombiano.
EQUILIBRO CON LA NATURALEZA
Con relación al hotel, Isabel Cristina Medina, gerente de proyecto de
Arquitectura y Concreto “elementos como el mar color turquesa,
la naturaleza virgen del bosque seco tropical, el ambiente Caribe, sumado a la historia
y la cultura local se combinaron para formar un cóctel de sensaciones,
emociones y disfrute que han unido a los diseñadores del hotel Sofitel Barú
Calablanca Beach Resort en su labor de búsqueda de hacer de este el mejor lugar
del caribe colombiano para relajarse y descansar”.
Desde el principio,
el diseño del proyecto se concibió con edificaciones bajas con todas las
habitaciones Ocean Front con el fin de que el hotel ofreciera a los huéspedes
una vista maravillosa de la lejanía del mar, formando un equilibrio exquisito
entre lo arquitectónico y la naturaleza, que permite mimetizarse entre los
árboles de esta parte de la isla para llegar a ser solo una silueta muy tenue
que se alcanza a divisar desde el mar.
La naturaleza es la
protagonista en todo su esplendor. Se logró una construcción discreta que no
compite visualmente con el entorno. En contraste con lo tradicional, la esencia
es: "no tener que destacar para que nos vean", no es solo una de las
más honestas posiciones frente a la naturaleza, sino también una de las nuevas
formas del "lujo". Dijo Isabel Cristina.
MATERIALES AMIGABLES
Este proyecto ha
pensado en cada detalle. La selección de materiales no solo buscó la generación
de una actitud frente al paisaje para que los huéspedes y visitantes se
sintieran parte de la naturaleza; sino que también se pensó en la facilidad y
resistencia de mantenerlo en el tiempo debido al ambiente salino de la isla.
Casi como en un
proceso "quirúrgico", los bloques del edificio principal y de las
habitaciones se ubican, giran, separan y adoptan una geometría y una
descomposición de las formas, que garantizan minimizar el impacto visual y
ambiental sobre la arborización, el paisaje, el terreno y la vista al mar.
Tanto en el diseño
como en la arquitectura prima el empleo de materiales naturales: la piedra o el
mármol para las fachadas o piscinas con tonalidades similares a la arena o los
depósitos coralinos del lugar y coloraciones más sombreadas o verdosas para los
interiores y las piscinas rodeadas de naturaleza.
El ladrillo, que
parte de la arcilla para su formación, es otro material para utilizar junto con
la madera, en colores amarillo, sepia y café con diferentes texturas de
resequedad o quemado, con el mínimo proceso para resistir la intemperie, pero
conservando su apariencia natural para mimetizarse con el bosque seco
perimetral.
Las piscinas con
borde infinito ubicadas en la zona baja del proyecto frente al mar están
diseñadas para disfrutar del sol y estar cerca de la actividad. Los materiales
en piedra en tonos claros logran transmitir la sensación de estar dentro del
mar, sin estarlo. Entre tanto, las piscinas de la parte alta están rodeadas de
árboles con materiales en color verde más fuerte y oscuros para dar el efecto
de la sombra, más tranquilidad, más reposo en medio de la naturaleza y con una
vista más lejana del mar.
En los espacios
interiores como el lobby, el lounge o el acceso a los salones de convenciones, el
panorama es mucho más imponente, destacándose como un cuadro pictórico de la
naturaleza lejana. En concordancia, estos mismos lugares tienen vista al patio
central, que está en forma de pendiente como el terreno natural, alrededor del
cual se desarrolla gran parte del edificio principal con los árboles
conservados en su centro para tener la perspectiva de una naturaleza cercana, logrando
dos miradas diferentes del paisaje.
DISEÑO INTERIOR
En cuanto al diseño interior se contó con la experiencia y experticia de Marcela Villegas de Entorno Productivos quien se inspiró en la fauna y la flora de la isla. “Nos motivó la naturaleza, los manglares de la zona, los corales, las aves que hacen parte del Aviario, que tenemos tan cerca del hotel, la población y su cultura y el maravilloso mar. Todo este conjunto de elementos y escenarios nos dio también esa historia de color que salió del entorno”. Dijo Marcela Villegas.
El diseño busca que
el huésped, en un ambiente sofisticado y confortable, disfrute totalmente ese
momento en Barú, en Colombia, en el Caribe. Cada uno de los objetos que hacen
parte de la decoración y algunos elementos del mobiliario del hotel y de las
habitaciones son hechos por artesanos de la isla y la región quienes han puesto
todo su ingenio y creatividad para crear objetos maravillosos que nacen de sus
tradiciones ancestrales como las lámparas, los cojines, las artesanías, entre
otros.
A esto se suma la
unión entre la arquitectura y el arte, uno de los pilares de Sofitel. En esta
ocasión se invitó a un grupo de cinco
extraordinarios artistas colombianos, quienes plasmaron su inspiración e
ingenio en obras originales que se podrán admirar a través de los gobelinos de
Eloín Rivera en las habitaciones; una escultura de gran tamaño en el edificio central
de Nardy Getiva; un grupo de esculturas de gran tamaño que darán la bienvenida a
los huéspedes y visitantes por Joaquín Restrepo; una escultura que muestra la
esencia del Caribe a través de la canoa y los remos por Kindi; y dos obras de
arte del artista Juan Carlos Delgado que estarán en el corredor del auditorio.
De otra parte, al
inicio del proyecto se trabajó con un grupo de arqueólogos que extrajeron algunas
piezas indígenas que encontraron durante las excavaciones y que serán exhibidas
en el hotel, contando la historia y la cultura a la cual pertenecen.
DETRÁS DEL PROYECTO
El diseño
arquitectónico y la construcción del proyecto estuvo en las manos de la empresa
Arquitectura y Concreto con la colaboración en el diseño interior de la
reconocida decoradora colombiana Marcela Villegas con Entornos Productivos, en
el paisajismo con Ramiro Olarte y con el arquitecto proyectista Gabriel Arango,
quienes lograron integrar el diseño interior con la arquitectura y el entorno.
Arquitectura
y Concreto fue la encargada de hacer este sueño realidad. Es
una empresa colombiana con una trayectoria que inició desde 1990, dedicándose a
trabajar constantemente para contribuir con el progreso social de sus
colaboradores y clientes. Cada una de sus obras es el reflejo de múltiples
acciones que se conjugan para transformar los espacios de manera asombrosa
cumpliendo su objetivo de ser los mejores en todo, no los más grandes.
Esa disciplina ha
sido reconocida a lo largo de su historia empresarial, lo que le ha valido ser
galardonada con diferentes distinciones como el ‘Premio a la Excelencia
Inmobiliaria 2019’ (Constructora del año), el ‘Premio a la Responsabilidad
Social’ en 2018 (Mejor experiencia ambiental), y más recientemente el de
‘Mejores experiencias ambientales segmento constructores’, entregado por Camacol
Antioquia, en marzo de 2020.
Su trabajo y
dedicación y compromiso con el medio ambiente se ve reflejado en más de 400
proyectos que han realizado en estos 30 años construyendo 9 millones de metros
cuadrados. Entre sus proyectos que incluye importantes complejos urbanísticos
de apartamentos en diferentes ciudades del país, centros comerciales como El Tesoro
en Medellín, Centro Comercial Viva Barranquilla, la biblioteca temática de EPM,
además de complejos deportivos y hospitalarios. Un sello de calidad que está
detrás del hotel Sofitel Barú Calablanca Beach Resort.
Entre tanto la
arquitecta Marcela Villegas tiene bajo su cargo a un equipo de profesionales creativos y calificados
en el diseño interior en Entornos Productivos desde hace 35 años en las
ciudades de Bogotá y Medellín, en donde han diseñado más de 1.5 millones de
metros cuadrados. Su trabajo inicia desde la planeación, diseño y ejecución de
espacios corporativos, hoteleros, universitarios, entre otros, asumiendo la
coordinación de diseño de proyectos públicos y privados e interactuando con
diferentes grupos interdisciplinarios y técnicos, bajo los estándares de
sostenibilidad; logrando una fusión adecuada de interiorismo / arquitectura. Su
objetivo es diseñar espacios marcados por la excelencia, que generan
experiencias significativas.
De esta manera,
cada uno de los detalles desde el diseño arquitectónico, interior y la construcción
estuvo a cargo de las más reconocidas empresas colombianas, quienes pusieron su
profesionalismo e ingenio para crear un hotel único, sostenible, respetuoso del
medio ambiente, en donde los huéspedes y visitantes disfrutará, de experiencias
únicas y se reconectarán con la naturaleza y con ellos mismo.
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