REPÚBLICA
DOMINICANA, DESTINO PREDILECTO DE NUEVAS INVERSIONES INMOBILIARIAS Y HOTELERAS
El constante aumento
de la llegada de turistas, el desempeño positivo de la economía, los incentivos
y la amplia cartera de opciones de inversión en bienes raíces atraen a
inversionistas locales y extranjeros
Colonial City |
Por su ubicación estratégica, las expectativas
económicas favorables y el dinamismo del sector turístico, República Dominicana
sigue consolidándose como el destino favorito de inversiones inmobiliarias en
el Caribe, tal como lo refleja la concentración de proyectos tanto de inmuebles
residenciales como de emprendimientos hoteleros.
“Los inversionistas extranjeros se
ven atraídos por el crecimiento del país, la seguridad jurídica y los buenos
niveles de rentabilidad”, afirma Magaly Toribio, asesora de Marketing del
Ministerio de Turismo de República Dominicana (MITUR). “Además del atractivo de
sus playas y la belleza natural, el posicionamiento de República Dominicana
como destino de cultura e historia ha multiplicado la llegada de visitantes y,
con ello, las oportunidades para los inversionistas en distintos puntos del
país por la mayor demanda de hospedaje”.
El último informe del Banco Mundial
señala que “República Dominicana ha experimentado un fuerte crecimiento
económico en los últimos años, con un promedio de 5.1% anual entre 2008 y 2018,
el segundo más alto de América Latina”. Agrega que ese ritmo “se aceleró a un
promedio de 6.6% por año entre 2014 y 2018”, lo que convirtió a República
Dominicana en la economía de la región de más rápido crecimiento en ese
período.
Tanto las desarrolladoras de inmuebles residenciales como
las grandes firmas hoteleras han tomado nota de la creciente llegada de
turistas extranjeros -reflejada en la ampliación de vuelos internacionales
directos- y de las importantes inversiones públicas que se han realizado para
mejorar la infraestructura de apoyo en los distintos destinos turísticos,
especialmente en materia de vialidad y saneamiento.
En 2018, la
llegada de visitantes extranjeros por vía aérea registró un incremento de 6.2%,
alcanzando la cifra récord de 6.6 millones, mientras que los ingresos en
divisas generados por el turismo aumentaron 5.3% respecto de 2017, ubicándose
en torno a los US$ 7,560 millones. En el primer trimestre de este año, en
tanto, el país ya ha recibido 1,876,1774 turistas, lo que representa un
incremento interanual de 4.6%.
Esas perspectivas favorables se han traducido en un incremento del ingreso de capitales al mercado
inmobiliario para ampliar y mejorar la oferta de los servicios de alojamiento. Según
cifras oficiales, entre 2007 y 2018 las plazas
hoteleras registraron una expansión promedio de 2.3% anual, con un nivel de
ocupación superior al 83% en 2017.
De acuerdo con los datos del Barómetro Turístico
elaborado por MITUR, tan solo en 2018, el Consejo de Fomento Turístico
(CONFOTUR) aprobó la clasificación de 65
proyectos turísticos con una inversión que ronda los US$ 3,057 millones, que aportarán unas 15,458 nuevas habitaciones.
Además, fueron inaugurados el año pasado nueve instalaciones hoteleras, seis
ampliaciones y diez proyectos inmobiliarios-turísticos.
Además de
los capitales nacionales, es creciente el interés de los extranjeros por
invertir en el sector de bienes raíces dominicano, destacándose las inversiones
de origen español, estadounidense, venezolano, panameño, canadiense e italiano,
entre otras.
Una de las inversiones inmobiliarias más populares
para compradores extranjeros es adquirir -y alquilar mientras no se usa- una
villa, apartamento o condominio en la zona turística que mejor se adapte a sus
intereses, ya sea que busquen un lugar tranquilo frente al mar o uno con fácil
acceso a las áreas del centro. Rodeado por los mejores campos de golf y algunas
de las mejores playas del mundo, Punta Cana es el destino preferido de los
inversionistas, aunque hay excelentes desarrollos redituables en La Romana,
Bayahibe, Samaná, Puerto Plata, Juan Dolio, Jarabacoa, Miches y Santo Domingo.
La rentabilidad del alquiler de una villa o apartamento oscila entre el 7 y el
11%, e incluso más, según la ocupación.
El marco jurídico dominicano tracciona también como
atractivo. La Ley de Fomento al Desarrollo Turístico (Número 158-01), por
ejemplo, establece incentivos y beneficios fiscales, entre ellos la exención de
impuestos municipales y nacionales durante 15 años, a las personas físicas o
morales domiciliadas en el país que emprendan, promuevan o inviertan capitales
en determinados polos turísticos con gran potencialidad, entre ellos Barahona,
Samaná, Pedernales, Constanza y Jarabacoa. Por su parte, la Ley de Inversión
Extranjera (Número 16-95), otorga la igualdad de derechos y obligaciones en
materia de inversión a dominicanos y extranjeros y permite la libre repatriación
del capital invertido, lo que abre todo un abanico de posibilidades a la hora
de hacer negocios en el país.
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